Dominus Tecum


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Sólo Tú

Danos tu luz

Quiero Señor que sea tu luz.
Quiero que sólo seas tú
quien ilumine mi vida,
sólo tú, sólo tú.

Dame tu fuerza, dame tu Espíritu.
Sólo así sabré seguirte, Señor
(Sólo así sabré amarte, mi Dios)


Para la reflexión:

Abre, Señor, mi corazón a tu
LUZ, para seguirte en mis hermanos.

"Cuando salieron de Jericó, mucha gente siguió a Jesús. Había dos ciegos sentados al borde del camino y, al enterarse de que pasaba Jesús, comenzaron a gritar: "¡Señor, Hijo de David, ten piedad de nosotros!". La multitud los reprendía para que se callaran, pero ellos gritaban más: "¡Señor, Hijo de David, ten piedad de nosotros!". Jesús se detuvo, los llamó y les preguntó: "¿Qué queréis que haga por vosotros?". Ellos le respondieron: "Señor, que se abran nuestros ojos". Jesús se compadeció de ellos y tocó sus ojos. Inmediatamente, recobraron la vista y lo siguieron." (Mt 20, 29 - 34)

"Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza." (1Jn 2, 10)



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